Mi esposa, en su afán de promiscua, ¡aceptó ser violada en grupo por dos hombres corpulentos y enmascarados este fin de semana! La vendar...

Mi esposa, en su afán de promiscua, ¡aceptó ser violada en grupo por dos hombres corpulentos y enmascarados este fin de semana! La vendaron, la arrastraron a un hotel, la desnudaron por completo y la penetraron con dos enormes penes tan gruesos como el brazo de un niño. Durante su período de ovulación, eyacularon dentro de ella, llenándole el útero hasta que su bajo vientre se hinchó. Si queda embarazada de su hijo bastardo, solo podré culparme a mí mismo por ser tan puta. ¡Es toda mi culpa! Gemía y se quejaba mientras la penetraban, pero se burlaba de mí: "¡Cornudo, marido, mira cómo me destrozan!". El enorme pene golpeaba su cuello uterino, su cuerpo se arqueaba y temblaba, ¡y sus fluidos me salpicaron la cara!